Una persona dependiente es aquella que necesita asistencia para realizar sus actividades diarias, debido a limitaciones físicas, mentales, intelectuales y sensoriales. La dependencia puede afectar a cualquier persona, a pesar de su edad. Comunicarse de manera efectiva con este tipo de pacientes y sus familiares puede resultar una tarea compleja, por ello, es importante encontrar técnicas de comunicación efectiva que permitan transmitir los mensajes de manera sencilla y directa, estableciendo diálogos amenos y positivos.
Comunicación sensible y respetuosa en la Atención a Personas Dependientes
El lenguaje que utilizamos tiene una gran influencia en nuestra relación con los demás y va cargado de valoraciones, reflexiones, creencias y no es neutral.
Un lenguaje positivo es una herramienta que influye en la autoestima y bienestar de la persona cuidada. Existen algunas expresiones que pueden alentar a personas en situación de dependencia y también a sus familiares. Expresiones negativas o desalentadoras que bajan la autoestima de las personas deben ser sustituidas por otros términos más adecuados.
Se debe evitar el uso de términos como: encamados, dementes, enfermos de Alzheimer o escapista. En vez de ello, es preferible usar un lenguaje que exprese cariño y cercanía, adecuado a la edad y a las preferencias personales del paciente. Hay que intentar utilizar expresiones que no se centren en las debilidades de la persona o en aquello que le cuesta, sino en sus capacidades. Una buena comunicación evita el aislamiento y permite que las personas se vinculen con el entorno de manera adecuada.
Evitar entornos ruidosos, repetir el mensaje cuántas veces sea necesario, potenciar la comunicación no verbal, evitar la confrontación, mantener la calma y no interrumpir también es indispensable.
Atención y cuidado de personas dependientes en el ámbito familiar
Dentro del ámbito familiar, los cuidadores deben realizar ciertas tareas como establecer una rutina, llevar un registro de los medicamentos, no aislar al paciente, ser asertivo y tener paciencia. Los familiares deben cuidarse del síndrome del cuidador quemado o burnout del cuidador, por sobrecarga en el cuidado del paciente. Esto se produce porque cuando se cuida a una persona dependiente, se pueden presentar reclamos, insistencias e incluso episodios un tanto agresivos, lo que conlleva al desgaste psicológico y emocional del cuidador. Por ello, es importante contar con un equipo cualificado en la atención del paciente y es necesario que los familiares del mismo, estén preparados psicológicamente para cuidar asertivamente a la persona.
Técnicas para facilitar la comunicación con dificultades
a) Cuidar las palabras: las ideas deben ser emitidas en un lenguaje sencillo y coherente, para evitar otro tipo de interpretaciones.
b) Cuidar el volumen de la voz: al hablar se debe utilizar un nivel acorde a la situación del emisor.
c) Utilizar palabras constructivas: es decir utilizar un lenguaje respetuoso y positivo.
d) Usar adecuadamente el lenguaje corporal: la postura y los movimientos del cuerpo deben apoyar el mensaje que se está comunicando.
e) Mantener el control emocional: para que el diálogo sea apacible se deben controlar adecuadamente las emociones, pensamientos y sentimientos.
f) Mantener el contacto visual: mirar a los ojos de la otra persona brinda interés y seguridad en la misma.
g) Cuidar los gestos de la cara: esto ayuda a que la conversación no se desvíe de su punto central.
Escucha activa y empatía en la interacción con dependientes
Para ganar la confianza de una persona dependiente, se debe tener empatía con ella, lo que se refiere a intentar ponerse en sus zapatos. Escucharla con atención es muy importante. Una caricia, una sonrisa o un abrazo pueden facilitar la comunicación y hacen que la persona dependiente se sienta más cómoda.
La escucha activa o mostrarse interesado por lo que el interlocutor dice, dar a entender que se comprende lo que la otra persona dice y devolver un feedback lleno de amabilidad, son factores que permiten practicar una comunicación más empática. La empatía implica algo más que entender las palabras, en realidad conlleva a compartir y entender los sentimientos y emociones de los otros.
En el caso de tratar con pacientes dependientes, esto es fundamental para poder crear un clima de confianza y armonía con los mismos.
Conciliación de roles y cuidado de familiares dependientes
Al cuidar a una persona, se deben dividir los roles o papeles que juegan los cuidadores. Entre ellos se encuentran:
Rol de aprendiz: se trata del primer rol que asumirán los familiares que van a participar en el cuidado del paciente para brindarle confort y calidad de vida al mismo.
Rol de Cuidador: es la persona que asume la responsabilidad de cuidar al paciente, estando disponible las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
Rol del preservador del bienestar: es la persona que se encarga del paciente para ayudarlo a cumplir algunos sueños y deseos. Le da apoyo espiritual o de tipo religioso. También, puede ayudarle a expresar sus emociones.
Rol de encargado de los medicamentos y actividades del paciente: es quien le administra la medicación y también lo acompaña al hospital, lo ayuda a bañar, entre otras tareas.
Rol de responsable final de la vida: es la persona que toma las decisiones conjuntamente con el personal médico y se encarga de informar al resto de los familiares.
Recursos y apoyo para familias que cuidan a dependientes
Por lo general, quien cuida a un paciente dependiente sufre un desgaste físico y emocional, sobre todo si se trata de un familiar que no tiene la formación profesional adecuada para asumir este rol. Por ello, existen una serie de servicios y recursos que son brindados por centros profesionales, entre ellos se encuentran: el servicio de ayuda a domicilio que incluye limpieza de diversas áreas del hogar y preparación de alimentos y servicio de teleasistencia, donde a través del contacto telefónico o por videollamada se promueve la autonomía del paciente.
Existe además la opción de una residencia para personas dependientes donde se le ofrece a los residentes la posibilidad de establecer vínculos sociales con otras personas, contar sus experiencias, además de ayudarlos con sus tareas diarias. Esto permite que los familiares puedan descansar por un periodo de tiempo determinado. ISED ofrece una formación completa en un área tan demandada como lo es la Atención a personas en situación de dependencia. Visita nuestro sitio web y encuentra más información al respecto.