El cáncer de mama es una enfermedad muy frecuente dentro de la población mundial, de hecho, es el segundo tipo de cáncer más común después del cáncer de piel. Enfrentar esta enfermedad no necesariamente es sinónimo de muerte, pero lo que sí es cierto, es que se trata de una batalla que se debe pelear con el acompañamiento profesional adecuado y el tratamiento correcto.
Padecer esta patología no solo produce malestar físico, sino también cambios bruscos en el estado de ánimo, ya que un paciente oncológico puede experimentar estrés, ansiedad, agobio, tristeza, temor, culpa, soledad y negación. Si quieres conocer a fondo sobre este padecimiento continúa con la lectura hasta el final, que te estaremos brindando información que te instruirá al respecto.
¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es una enfermedad que se produce cuando las células de la mama se reproducen sin control. Hay varios tipos de cáncer de mama y éstos pueden iniciarse en distintas partes del seno.
Existen diversas mamas y lo que puede ser normal para algunas personas, para otras no. Además, hay ciertos factores que afectan la manera en cómo se ven y se sienten los senos, como la menstruación, la maternidad, subir o bajar de peso o el uso de algún tipo de medicamentos.
El cáncer de mama también puede presentarse en hombres, aunque es mucho menos frecuente que en mujeres.
¿Por qué se celebra el Día contra el Cáncer de Mama?
El 19 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de crear conciencia, tanto en hombres como en mujeres, sobre la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad e incluso prevenir su aparición. Este día fue proclamado como una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que las mujeres y los hombres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.
Las estadísticas explican que 1 de cada 8 mujeres en el mundo tendrán en algún momento de sus vidas cáncer de mama. Esta estimación hace que surja la necesidad de que las mujeres se hagan una evaluación regular de sus senos. Asimismo, es importante tener en cuenta que la incidencia de cáncer de mama es frecuente tanto en los países desarrollados, como en los países en vías de desarrollo.
La detección temprana del cáncer de mama sigue siendo el punto cumbre en la supervivencia y el control de esta patología. Para ello, en el mes de octubre se realizan muchas campañas de concientización con el famoso lazo de color rosado, utilizado por diferentes organizaciones que desean contribuir con la prevención y el diagnóstico oportuno, a través de la difusión de testimonios y contenido informativo, relacionado con el tema.
Síntomas más frecuentes del cáncer de mama
Los síntomas del cáncer de mama son: aparición de un bulto en la axila o en el seno, aumento del grosor de la mama, hinchazón de una parte de la misma, irritación en la piel de la mama, enrojecimiento del pezón o del seno, secreción del pezón, dolor en la zona, cambios en el tamaño del seno y formación de costras en la piel del pezón. Todas estas son señales de alarma de la existencia de esta enfermedad.
Diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama
Para el diagnóstico temprano de la enfermedad se utilizan exámenes como la mamografía, el cual es muy eficaz. Es un procedimiento indoloro que se hace rápidamente y debe efectuarse una vez al año a partir de los 35 años.
A veces, es necesario realizar exámenes antes de esa edad, porque las estadísticas revelan que 40% de los casos se producen en mujeres en edad reproductiva. Aquí juega un papel importante el autoexamen de los senos que consta de 5 pasos.
El primero de ellos es observar los senos en el espejo con las manos en la cadera. El segundo paso consiste en levantar los brazos y examinar las mamas. El paso número 3 implica ver si hay líquido. El cuarto paso consta de acostarse y palpar las mamas. Por último, se deben tocar las mamas estando de pie o sentado. La autoexploración debe realizarse a partir de los 20 años de preferencia en el quinto día de la menstruación. Consulta la siguiente infografía para ver en imágenes los pasos que debes seguir
El tratamiento para esta patología se divide en dos etapas: fase temprana y fase avanzada. La etapa temprana implica aquellos tumores que se limitan a la mama y la avanzada ocurre, cuando existen tumores que se han diseminado a otras partes del cuerpo; esto es conocido en el campo médico como metástasis. Los diversos tipos de tratamientos que existen son: cirugía, radioterapia, quimioterapia, tratamiento hormonal y la inmunoterapia, la cual utiliza las defensas del cuerpo para combatir el cáncer. También se encuentra terapia dirigida, que consiste en un tipo de tratamiento que apunta a los genes.
¿Cómo podemos prevenir el cáncer de mama?
Como parte de las medidas que se deben llevar a cabo para prevenir el cáncer de mama se encuentran unos correctos hábitos de vida como: realizar ejercicios al menos 30 minutos al día, tener un peso adecuado, evitar el cigarro y el alcohol. Comer saludablemente también reduce en un 30% las probabilidades de sufrir cáncer de mama. Para ello, es importante seguir una dieta mediterránea, que está basada en el consumo de proteínas, frutas, hortalizas y verduras. En este estilo de alimentación es bajo el consumo de alimentos ultraprocesados. Es importante limitar la cantidad de azúcar y grasa que se consume.
Otros hábitos como limitar la exposición al sol, no usar camas solares y hacerse revisiones periódicas con el proveedor de salud son de vital importancia para la prevención.
Dentro de la medicina complementaria existe la una disciplina que ofrece una serie de tratamientos y terapias naturales y complementarias para tratar el cáncer de mama. Con la formación en Técnico Superior en Naturopatía de ISED, podrás convertirte en un profesional naturópata. Escríbenos para obtener más información al respecto.