El Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por presentar síntomas que empeoran de manera progresiva con el paso del tiempo. Para tratar esta patología se necesita de un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud encabezado por el médico neurólogo, terapeuta ocupacional, psicólogo, entre otros, quienes podrán atender integralmente a quien tiene ese padecimiento. A continuación, conoceremos con mayor detalle cómo la kinesiología beneficia el tratamiento del Parkinson.
¿Qué es el Parkinson y cómo se manifiesta?
El Parkinson es una enfermedad que trae consigo un desorden crónico y degenerativo de una parte del cerebro, la cual está encargada de controlar el sistema motor. Quien padece esta patología pierde progresivamente la capacidad de coordinar los movimientos, entre otras manifestaciones clínicas.
Se produce cuando las neuronas no son capaces de producir suficiente dopamina. En algunos casos esta enfermedad tiene un origen genético. Los síntomas aparecen paulatinamente, en un lado del cuerpo y terminan por afectar ambos lados. Entre la sintomatología se encuentra: problemas de coordinación, falta de equilibrio, movimientos lentos, rigidez en los brazos, piernas y tronco, así como temblor en las manos, los brazos, las piernas y la cara. También, pueden presentar dificultad para escribir.
Una vez que los síntomas progresan las personas comienzan a tener dificultades para caminar y hacer labores diarias. Asimismo, pueden presentar depresión, apatía, dificultad para conciliar el sueño, para masticar, tragar y hablar. También pueden tener estreñimiento, incontinencia, pérdida del olfato y deterioro cognitivo. La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años y es más común en los hombres que en las mujeres. No tiene cura, pero en algunos casos una cirugía donde se implantan electrodos en el cerebro envía impulsos para estimular las partes del cuerpo que controlan el movimiento. También, el paciente suele recibir tratamiento farmacológico para contrarrestar los síntomas.
Fases de la enfermedad de Párkinson
Entre los síntomas iniciales de esta enfermedad se encuentran algunos no motores como: pérdida del olfato, dificultad para ir al baño, depresión y trastorno del sueño. Esta sintomatología, en un principio no se asociada con el Parkinson, pero sí con otras patologías.
Es importante destacar que existen 5 fases de esta enfermedad. A continuación, conoceremos sobre ellas:
Fase 1: en esta fase se presentan síntomas como temblores ligeros, cambios en la marcha, lentitud en el movimiento y rigidez facial. En esta etapa aún no se necesitan fármacos, pero sí la realización de actividad física, por eso la importancia de la fisioterapia.
Fase 2: en esta etapa ya los síntomas se acentúan un poco más y se hacen más evidentes, afectando a ambos lados del cuerpo. Aumenta la inestabilidad y la dificultad para mantener el equilibrio. Además de la kinesiología, se hace necesario el uso de tratamiento farmacológico.
Fase 3: conocida como la etapa intermedia, donde los síntomas empeoran aún más con respecto a la fase anterior, se presenta mayor dificultad para mantener el equilibrio y para caminar erguido, por lo que hay mayor probabilidad de sufrir caídas.
Fase 4: en este momento el paciente presenta trastornos cognitivos acompañados de somnolencia diurna, dolor, movimientos involuntarios del cuerpo fatiga y alucinaciones. Reciben tratamiento con fármacos, terapias psicológicas y ocupacionales.
Fase 5: la persona presenta rigidez total de las piernas, lo que le impide caminar. Necesita ser atendido las 24 horas del día para hacer tareas como ir al baño, comer y vestirse. Además de las complicaciones motoras, presenta alucinaciones, problemas en las diferentes fases del sueño, depresión y ansiedad.
¿Cómo beneficia la kinesiología en el tratamiento del Parkinson?
Además del tratamiento farmacológico, un paciente con enfermedad de Parkinson obtiene muchos beneficios si trata su patología con kinesiología. Aunque el abordaje fisioterapéutico no modifica los signos neurológicos, si trabaja en la recuperación de habilidades y capacidades perdidas.
La fisioterapia puede aliviar los dolores, disminuir la rigidez, reducir el riesgo de una caída, mantener el rango articular, mantener la capacidad respiratoria, trabajar la coordinación y el equilibrio, permitir el control muscular, mantener la función intestinal, favorecer la función oral, entre otros múltiples beneficios.
La kinesiología, además, se puede emplear como tratamiento preventivo aplicado a personas de tercera edad. Dentro de esta área de salud, se encuentra la especialidad de fisioterapia neurológica, la misma permite brindarle una mejor calidad de vida a aquellos pacientes con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, sobre todo si se aprovechan sus beneficios apenas se tiene el diagnóstico médico, pues permite que se puedan seguir realizando actividades básicas para la vida diaria como caminar, mantener el equilibrio, girar en la cama, levantarse, sentarse, subir y bajar escaleras, agarrar objetos, escribir, entre otras labores.
Rehabilitación motora
La rehabilitación motora o motriz es una rama de la fisioterapia dirigida a quienes poseen un problema físico bien sea por discapacidad, envejecimiento o un accidente. Estos problemas físicos son dificultades para caminar, mantenimiento de la postura y la destreza manual. La rehabilitación motriz permite que el paciente con Parkinson tenga mayor movilidad, independencia y libertad, brindándole una mejor calidad de vida a él y sus familiares. La kinesiología ayuda a mejorar o restaurar la función física del paciente, mantener la forma física y a prevenir y disminuir la discapacidad motriz. También, ayuda a la disminución del estrés la depresión y la fatiga.
Tratamiento del dolor y síntomas asociados
El dolor es una experiencia desagradable asociada a una lesión física o por un daño a los tejidos. En el caso de la enfermedad de Parkinson el dolor está asociado a las siguientes causas:
- Problemas musculoesqueléticos relacionados con la postura.
- Dolor en los nervios o las raíces nerviosas relacionado con artritis en el cuello.
- Dolor por distonía, que son contracciones involuntarias sostenidas o permanentes.
- Síndrome doloroso conocido como dolor primario o central que tiene su origen en el cerebro.
La Enfermedad de Parkinson primordialmente es un trastorno musculoesquelético, cuando el paciente presenta dolor crónico es necesario hablar con el neurólogo para que indique un plan de tratamiento médico que incluya kinesiología y la administración de fármacos que mitiguen los síntomas. Nuestro curso de Kinesiología Celular te permitirá aprender cómo tratar a estos pacientes. Si deseas crecer como profesional del campo de la salud, nosotros somos tu mejor opción. ¡Te estamos esperando!