Normalmente los gatos pequeños nos muerden y arañan cuando jugamos con ellos. Está costumbre no es un ataque o una agresión, la intención del felino no es lastimarnos, sino que ve estas acciones como una manera de jugar e interactuar con nosotros. Sin embargo, no es bueno que adquieran este hábito, porque al ir creciendo el gato tendrá más fuerza en sus 74 dientes por lo que puede llegar a hacernos un daño significativo.
Al crecer, los gatos van cambiando de actitudes y hábitos, por lo que pueden -de forma natural- perder la costumbre de arañarnos o modernos. Sin embargo, no siempre sucede y es mejor enseñarles desde temprano a no hacerlo. Aquí, en este artículo te indicaremos algunas técnicas y consejos para que tu gato deje de morder y arañar, pero primero es importante comprender el motivo o la razón del porqué lo hacen.
¿Por qué arañan los gatos?
Los gatos son animales felinos y naturalmente depredadores, así que se encuentra en su instinto morder y arañar, ya que lo utilizan para cazar. Un gato casero básicamente araña o muerde por dos razones:
- Por una excitación excesiva al jugar, en especial cuando los gatos son pequeños no saben controlar su emoción y no miden su fuerza.
- Por defensa o estrés, es decir para evitar que entren en su territorio o espacio, o que los toquen y molesten cuando no lo desean.
Es vital diferenciar los arañazos y mordeduras superficiales que hace nuestro gato en forma de juego o porque no desean que interactúen con ellos a cuando lo hacen de manera más agresiva para atacar o defenderse. En ocasiones las mascotas pueden tener conductas agresivas por ciertas circunstancias (alguien lo molesta o agrede, no se sienten cómodo, tienen problemas para adaptarse, etc.) e incluso puede ser por alguna enfermedad que lo esté afectando, en estos casos y ante cualquier duda lo mejor es llevarlo a su veterinario para que lo examine y pueda diagnosticar o descartar un problema más serio.
¿Qué puedes hacer para evitar estos comportamientos en los gatos?
- Enséñale a jugar con sus juguetes y no con tus manos: trata siempre de dirigir la atención del gato a un juguete y evita que durante los juegos muerda tus manos. Los punteros láser y juguetes con cuerdas son una buena opción, con ellos tu mascota podrá “cazarlos” sin que lastime tu mano.
- Compra un rascador: arañar está en la naturaleza de los gatos por esto deben tener un rascador para que puedan estirar sus garras. Ponlos cerca del lugar donde descansan o en alguna zona que ya el animal haya marcado como su territorio. Un gato, cuando planea saltar y atacar, toma una postura que alerta sobre su intención: pupilas dilatadas, cola moviéndose, orejas hacia atrás y pueden maullar de una forma específica.
- No los molestes: al conocer a tu gato te darás cuenta que hay cosas específicas que no les gusta que les hagan. Por ejemplo, que les acaricien las patas traseras, que los molesten cuando estén comiendo e incluso ciertos sonidos. Así que debes evitar incomodar a tu mascota (es indispensable entender, respetar y aceptar su carácter) o que otras personas lo molesten, de lo contrario es muy posible que ante estas situaciones se altere y se defienda de forma agresiva.
- Desvía su atención si adopta una postura agresiva: hay algunas señales de que tu gato está en posición de ataque–defensa, como algunos maullidos o que sus orejas están hacia atrás. Ante esto, puedes buscar una forma pacífica de desviar su atención, por ejemplo, lanzarle una pelota. Tu reacción no debe ser un regaño o se sentirán atacados. Además, busca maneras para si se sobreexcita o altera durante un juego.
- Si te araña o muerde deja de jugar: para que el gato entienda que este comportamiento no es aceptado, detén el juego, cada vez que suceda debes alejarte de él y no prestarle atención –ni lo mires, ni hables- durante unos 10 minutos.
- Quéjate sin gritar: usa la voz para transmitirle a tu mascota cómo te hace sentir, de forma tranquila y sin gritar puedes decirle “ay” o “no” en un tono autoritario e interrumpe el juego. Cuando vuelvas a prestarle atención e interactúes con él, háblale suave y cariñosamente, recompensa siempre el buen comportamiento.
- Créale una rutina de juegos: juega con tu gato todos los días por unos 5 a 10 minutos para que se canse y drena su energía. Puedes repetir tres veces las sesiones de juego.
- Cuida su entorno: los gatos deben sentirse cómodos y no suelen reaccionar bien a los cambios del entorno. Asegúrate que tenga todo lo necesario (arenero, escondites, comida, agua, juguetes, rascadores, etc.).
- Llévalo con regularidad a su veterinario: los gatos si se sienten débiles o tienen dolor pueden entrar en modo de ataque-defensa y arañar o morder con frecuencia. Además, siempre es vital que estén sanos.
Recuerda ser comprensivo y amoroso con tu mascota, debes de tenerle paciencia y tratar de comprenderlo. Aunque te moleste no le grites, ni lo persigas o pegues de esta forma te tendrá miedo y estará nervioso. Ten en cuenta que los gatos reaccionan mejor a los refuerzos positivos, prémialo y felicítalo cuando se comporte bien y por lo contrario aléjate e ignóralo siempre que haga algo inadecuado. Nunca lo llames para regañarlo, ni lo consueles o recompenses después de que te arañe o muerda, estas acciones confundirán a tu gato que puede entenderlo como una recompensa y empezar a lastimarte para llamar más tu atención.
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