Existe una conexión especial entre los padres y sus bebés a través del masaje. El contacto físico es fundamental para que los pequeños se sientan queridos y seguros.
Los masajes, además de calmarlos y relajarlos, ayudan a incrementar el sistema inmunológico, respiratorio y digestivo, disminuyendo cólicos y gases. De igual manera, reducen el nivel de estrés, tonifican los músculos y la flexibilidad de los niños en sus primeros meses. Los lazos afectivos que se expresan por medio de caricias, son muy importantes ya que de allí, los papás pueden transmitir todo el amor posible.
Cómo relajar a un bebé
Los niños tienen una rutina previa al momento de irse a la cama que han ido adquiriendo con el tiempo: la hora del baño, tomar la cena, el relax posterior, etc. Sin embargo, a menudo, es necesario llevar a cabo ciertas técnicas que ayudan a relajarlos y a que concilien el sueño debidamente. Algunas recomendaciones son:
La música: Una forma de relajación muy eficaz es la música. Cantar una nana al pequeño o ponerle melodías de fondo, suave y calmada, le ayudará a relajarse y a conciliar el sueño más fácilmente. Es una técnica que acostumbra a gustar a todos los niños, especialmente cuando son de meses de nacidos.
Los cuentos: Jugar con la imaginación es algo que encanta a los pequeños. Contarles un cuento es una de las formas de relajación previa al sueño, favoritas de los niños. Por lo general cuando los niños son mayores pueden leer historietas, un libro o un cómic ellos mismos antes de acostarse.
Los masajes: Son una forma de relajación que alivia al niño del estrés que genera diariamente. Los masajes ayudan a regular y reforzar las funciones respiratorias, circulatorias y gastrointestinales del pequeño. Suelen ser el modo de comunicarse de manera afectiva con el bebé y proporcionarle un alivio muscular que le inducirá al sueño.
La luz: Disponer de una iluminación adecuada en la habitación del niño resulta fundamental para recrear un lugar de descanso y ayudarlo a dormir mejor. A menudo, los pequeños temen a la oscuridad y piden tomar su descanso con una luz encendida. En tal sentido, una buena solución es colocar una luz que ilumine poco pero que les tranquilice para que puedan relajarse sin miedo a lo oscuro que pueda quedar el dormitorio.
Beneficios del masaje para el bebé
Los beneficios del masaje para bebés, se pueden agrupar en cuatro categorías: interacción, estimulación, alivio y relajación.
- Ayuda a relajarse y liberar tensiones.
- Reducen el nivel de estrés que sufren los bebés cada día al exponerse a nuevos retos y estímulos.
- Facilita el sueño profundo y de mejor calidad.
- Alivia dolores tales como: cólicos, reflujo y gases.
- Estimula la circulación sanguínea.
- Fortalece su sistema respiratorio. En los masajes infantiles en los que se masajea la zona del pecho o espalda del bebé, ayuda a regular una respiración sin problemas, fortaleciendo los pulmones y mejorando la congestión que provoca la mucosidad .
- Equilibra los niveles de oxígeno.
- Estimula todos los sentidos.
- Ayuda a aumentar la autoestima del bebé.
- Fortalece el apego y el vínculo afectivo.
- Fomenta su integración social.
Pasos para un masaje de bebé
Para realizar masajes a los bebés, lo más recomendable es el uso de alguna crema líquida que contenga ingredientes de origen natural y libres de fragancias alergénicas.
- Se masajea la cara del bebé del centro hacia afuera, frente, párpados, mejillas, nariz y alrededor de la boca. Estos masajes ayudan a liberar la tensión y a relajar al bebé.
- Se colocan ambas manos en el centro del pecho, empujamos hacia los lados como alisando las páginas de un libro. Estos masajes benefician el ritmo cardíaco y la respiración.
- Luego en el abdomen, caminando con las yemas de los dedos y la palma de la mano en dirección de las manecillas del reloj de izquierda a derecha. Estos masajes ayudan a extraer gases, previenen cólico y estreñimiento.
- En los brazos, se masajea de hombro a muñeca de la mano y nos devolvemos hasta el hombro; friccionando los brazos del bebé como batiendo chocolate, dorso y palma de las manos, dedito por dedito.
- Con las manos alrededor de las piernas del bebé, masajeamos desde la cadera hasta el tobillo, luego se regresa a la cadera. Con las yemas de los dedos el dorso y la planta de los pies y dedito por dedito. Estos masajes activan la circulación.
- Por último, con el bebé boca abajo se deslizan las palmas de las manos sobre su espalda desde el cuello hasta las nalgas, pasando suavemente las manos, pero sin hacer presión en la columna.
Los masajes para bebés traen consigo muchos beneficios. Gracias a ellos se creará un vínculo afectivo más fuerte y el bebé deposita mucha confianza, aumentando así la seguridad en su persona cercana y en sí mismo.
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