La vivienda asequible incentivada es una nueva figura que ahora forma parte del sector inmobiliario. En España, no todo el mundo puede hacer frente ni al alquiler ni a comprar una casa, es por eso que el Gobierno ha creado la propuesta de liberalizar el alquiler para aquellas personas que tienen problemas de pagar uno o de hacer frente a la compra de una vivienda.
Es decir, la vivienda asequible incentivada pretende hacer lo que su propio nombre indica, brindar incentivos a personas que faciliten el acceso a pisos a bajo coste, para todo aquel que no puede hacerlo de otra forma; en particular a los más jóvenes.
A continuación, se detallan los siguientes puntos para conocer más sobre esta modalidad.
Vivienda asequible incentivada: ¿Qué es?
Se define como vivienda asequible incentivada a aquella vivienda de titularidad privada, incluidas las entidades del sector privado y del tercer sector (organizaciones no gubernamentales como ONGs, fundaciones o cooperativas) que contará con beneficios urbanísticos, fiscales o de otro tipo a cambio de estar destinada al alquiler a precios asequibles.
Es decir, empresas privadas propietarias de viviendas podrán acceder a ciertos beneficios sí deciden destinar estos inmuebles al alquiler, aceptando un precio asequible. Esta medida está pensada como fórmula de tenencia temporal, para personas con un nivel de ingresos que no le permite acceder a una vivienda a precio de mercado.
En otras palabras, se trata de viviendas en alquiler (o cedidas a través de cualquier otro contrato de tenencia temporal) que se destinan a personas con un bajo nivel de ingresos. La Administración (que, en este caso, es la comunidad autónoma) “premia” este tipo de alquileres otorgando ciertos beneficios al propietario o arrendatario, por lo que el objetivo de estas viviendas es ofrecer alquileres más baratos a inquilinos a cambio de incentivos fiscales a propietarios.
Diferencias entre la vivienda asequible incentivada y vivienda protegida
La figura de la vivienda asequible incentivada convivirá con otra similar que es la vivienda protegida es decir, que la primera estará integrada a la segunda.
Las diferencias entre la vivienda asequible incentivada y la vivienda protegida están enfocadas con los beneficios urbanísticos y fiscales que puedan conseguir los propietarios y es que serán ellos los que pongan en alquiler sus viviendas a precios reducidos por lo que contarán con ciertas ventajas para decidir poner estos hogares en arrendamiento. Además, la vivienda de alquiler incentivada es privada y la vivienda protegida es un sistema público ofrecido por el Estado o los Gobiernos .
Otra cuestión que diferencia a estos dos tipos de viviendas, son las bonificaciones que recibirán los dueños de vivienda protegida incentivada : Como la bonificación fiscal de hasta el 90 por ciento en la tributación fiscal del IRPF. Este porcentaje es variable; puede ser del 50% si se alquila directamente así, un 70% si se hace para personas de entre 18 y 35 años, o sea, jóvenes y hasta un 90% si se rehabilita la vivienda y se hace en zonas tensionadas o conflictivas.
La vivienda protegida es una modalidad de vivienda de protección pública destinada para gente con pocos recursos. Estas viviendas pueden ser destinadas en diferentes regímenes, tanto de alquiler como de compra y deben cumplir ciertos requisitos de diseño, superficie, calidad, uso y precio máximo.
¿Cuál es la función de la modalidad de vivienda protegida o incentivada?
Ambos sistemas, tanto el de modalidad de vivienda protegida como el de vivienda incentivada tienen el mismo objetivo: potenciar y fomentar el alquiler entre las personas con vulnerabilidad económica.
Aunque sea una modalidad para incrementar la oferta del alquiler a corto plazo, los especialistas consideran que es imprescindible para los propietarios conocer al detalle todos los beneficios fiscales que tendría para ellos, así como las obligaciones que tendrían como arrendatarios frente a los inquilinos y las administraciones públicas al respecto del precio máximo de alquiler. Se pretende así aumentar la cifra de 3 millones de personas que están en régimen de alquiler con un sistema incentivador. Conseguir una cifra superior es una idea que se pretendía conseguir con otras opciones como un parque público de alquiler o un fondo social de viviendas. Sin embargo, este parque público de viviendas es caro de mantener y origina muchos problemas, de ahí la opción de privatizarlo e incentivarlo con esta figura de la vivienda de alquiler incentivada.
El gobierno espera que esta modalidad en combinación con otras medidas y el formato de vivienda protegida consiga el efecto esperado. Para ello, también entrarán en juego la figura de los agentes sociales, públicos y privados que tratarán de garantizar que no exista problema de oferta de vivienda de este tipo.
Por otro lado, también se espera que las personas con pocos recursos puedan acceder a este tipo de viviendas cumpliendo los requisitos marcados por las Comunidades Autónomas, administraciones competentes en la materia.
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