Al momento de cambiar de vivienda es difícil saber por dónde comenzar. Dar el primer paso es lo más complicado y aunque es un proceso emocionante requiere logística, planificación y disponibilidad económica.
Lo esencial es planificar con antelación la mudanza para hacerla de forma ordenada y conseguir que el proceso de alcanzar un traslado perfecto sea fácil.
¿Cuándo harás tu mudanza y con quién?
Los plazos son importantes al momento de planificar la mudanza, tanto si se va a dejar en manos de profesionales, como si se va a recurrir a la ayuda de amigos y/o familiares.
La recomendación es la contratación de una empresa para que se encargue de la mudanza, especialmente en cuanto al transporte y al desmontaje y traslado de objetos voluminosos, en caso de ser necesario. Para ello se debe notificar a la empresa entre tres y cuatro semanas antes, para que el traslado se cristalice en la fecha más conveniente.
Ese lapso de tiempo permitirá efectuar con tranquilidad el vaciado del piso, así como planificar el traslado y el embalaje de objetos. Además, garantiza a la empresa de mudanzas la gestión y obtención del permiso de estacionamiento, necesario para poder detener el camión frente al domicilio y efectuar la descarga de enseres.
De igual manera, si se va a requerir el apoyo de amigos y/o familiares para la mudanza, lo ideal es notificarles con antelación para se puedan planificar y evitar así que el traslado sea un trastorno para alguna de las partes involucradas.
Limpieza
La mudanza es uno de los pocos momentos, por no decir el único, en el que se puede retirar en su totalidad los objetos de la casa. Esto permite retirar todo el sucio acumulado que, usualmente, se queda bajo ciertos muebles o en aquellos lugares de difícil acceso como debajo de las camas, en las patas del sofá o detrás de los muebles.
El traslado también permitirá limpiar, uno a uno, todos los objetos que se tienen en la vivienda, antes de embalarlos. Esta es una de las ventajas que brinda el organizar con antelación el proceso de mudanza y así, al llegar a la nueva casa, solo dedicarse a colocarlos en su lugar.
Buenos materiales de protección
Una de las tareas importantes, previa al traslado, es la recolección de cajas y la compra de material de buena calidad, para garantizar la adecuada protección de los objetos y enseres al embalar.
Es importante ir reuniendo, con antelación, cajas de cartón de diferentes tamaños y adquirir los materiales esenciales para empacar, entre ellos:
- Cinta adhesiva: debe ser suficiente y contar con un dispensador para agilizar el ritmo de trabajo.
- Papel periódico: es útil para envolver o rellenar objetos delicados (vidrio, vajillas o utensilios de cocina) y evitar roturas y roces.
- Rollos de film: se utilizan para proteger muebles de gran tamaño.
- Plástico de burbujas o protección de espuma para envolver: ayudan a amortiguar los posibles golpes.
- Bolsas de basura resistentes: se debe diferenciar, por colores, las bolsas con pertenencias y las bolsas para la basura.
- Cajas de cartón: deben ser suficientes y de tamaño grande y mediano. Lo ideal es empacar todo en cajas, principalmente se deben usar para los objetos vulnerables al movimiento.
- Mantas: son ideales para facilitar el traslado de muebles por escaleras y proteger objetos delicados.
Los objetos más frágiles, como espejos o cristales, se deben envolver en plástico de burbujas, además, se puede solicitar a la empresa de mudanzas que al momento de cargarlos, los refuercen con una manta, antes de subirlos al camión.
Otra opción útil y de bajo costo para resguardar los enseres es emplear ropa vieja como material de relleno. Puede resultar tan ventajoso como el plástico de burbujas y se le da un doble uso a las prendas de vestir que, de igual forma, se van a llevar a la nueva vivienda. Los calcetines, por ejemplo, sirven para envolver objetos de vidrio.
Codificar cajas y bolsas
Una de las recomendaciones más útiles al momento de la mudanza para aliviar las tareas al llegar a la nueva casa es codificar las cajas y las bolsas. Para ello, es necesario contar con tijeras, etiquetas y marcadores gruesos.
La rotulación debe hacerse de manera clara y específica y, luego, sellarlas con cinta.
Las cajas se deben identificar con la siguiente información:
- Contenido: tipos de objetos en su interior: frágiles o resistentes.
- Habitación o espacio de la casa al que corresponde el contenido de la caja.
- Rapidez con la que debe ser desempacada.
En cuanto a las bolsas, se puede añadir dentro una nota que ayuda a identificar su contenido.
Al finalizar la carga de cada caja y/o bolsa, y estar debidamente identificadas y selladas, se puede seleccionar un espacio vacío y lo más cercano posible a la salida, para acumularlas y de esta forma simplificar el proceso de cargar la mudanza hacia el transporte.
Aproveche días festivos
La elección de la fecha para la mudanza es esencial y, a pesar de que muchas personas piensan que el traslado no debe pautarse en días festivos o durante vacaciones porque hay poca disponibilidad y precios elevados, la mudanza en días festivos puede ser una gran idea.
Una de las ventajas es poder disponer de más tiempo. Por ley, el estatuto de trabajadores otorga un día de permiso para la mudanza, pero se pueden aprovechar los días festivos para combinarlos y así contar con mayor tiempo para que el proceso no sea tan estresante.
Por otro lado, los días festivos pueden ser ideales para el reencuentro de familiares y amigos, así como la oportunidad perfecta para pedirles ayuda con la mudanza.
Algunas empresas especializadas en traslados también pueden tener precios especiales durante temporadas vacacionales, como navidades, así que es posible ahorrar una parte del precio de la mudanza.
Sin duda alguna, lo más importante es cuadrar con antelación la agenda de todas las personas y/o empresas involucradas en la mudanza, para evitar contratiempos.
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