Es un problema molesto que se puede presentar desde edades tempranas, como en la adolescencia, consiste en apretar inconscientemente la mandíbula, haciendo que los dientes rechinen y que se desgasten. Trae consecuencias para la salud bucal de la persona.
Puede ocurrir tanto de día como de noche, pero es más común que aparezca durante las horas de sueño. Es un hábito perjudicial que puede provocar un desgaste de los dientes, dolor en la musculatura de la mandíbula y en la articulación temporomandibular. A continuación, se presentarán más detalles sobre este trastorno.
Síntomas
Mayormente, la persona no está consciente de que presenta este problema, ni de que aprieta los dientes. Cuando este problema se presenta, los dientes ejercen una presión excesiva en las estructuras que rodean la mandíbula.
Produce dolor, tensión o incluso una contractura sobre los músculos que cierran la mandíbula.
Otros síntomas que pueden presentarse son:
- Dolor de cabeza
- Limitación para abrir la boca a primera hora de la mañana
- Desgaste de las piezas dentales
- Dolor facial
- Rechinar de dientes
- Dientes flojos o fracturados
- Desgaste del esmalte dental
- Sensibilidad dental
Además de los síntomas propios del bruxismo pueden aparecer:
- Ansiedad
- Depresión
- Estrés
¿Cuándo consultar al médico?
Se debe acudir al odontólogo si se presentan alguno de los síntomas mencionados anteriormente, como dolor de cabeza, rechinar de dientes, entre otros. También, en las revisiones periódicas realizadas por el dentista, éste puede darse cuenta de la presencia de alguna anomalía que puede sugerir la presencia de bruxismo. Es importante, que las personas vayan al odontólogo por lo menos una vez al año para que el problema pueda ser diagnosticado de manera oportuna.
Se le puede indicar al paciente la realización de un electromiograma, de la musculatura involucrada, donde quedan registrados la intensidad y frecuencia de los eventos con presencia de bruxismo, tanto en el día como en la noche.
Causas
Muchas veces, no existe una causa específica para la aparición del bruxismo, sin embargo, sí hay una serie de factores psicológicos, físicos y genéticos que pueden producirlo. El estrés y los trastornos del sueño son considerados, las dos principales causas de este problema.
Otros factores que pueden influir en la aparición del mismo son:
- Una alimentación inadecuada
- Trastornos respiratorios en el sueño
- Ansiedad
- Malas posturas al dormir
Factores de riesgo
Existen unos factores que aumentan el riesgo de padecer de bruxismo entre los que se encuentran:
La edad: se puede producir en niños, su pico máximo es hasta los 30 años. Después de los 65 años su incidencia es mínima.
Tipo de personalidad: tener una personalidad agresiva con sentimientos de ira y frustración, conlleva a que la persona experimente situaciones de estrés y, por tanto, bruxismo.
Medicamentos: el bruxismo se puede intensificar con el uso de medicamentos como antidepresivos y antipsicóticos. El tabaco, la cafeína y el alcohol, también pueden aumentar la aparición de bruxismo.
Otros: el bruxismo también se relaciona con otros trastornos médicos como demencia, enfermedad de Parkinson, epilepsia, enfermedad por
reflujo gastroesofágico, terror nocturno, Trastorno de Déficit de Atención, entre otros.
Complicaciones
El bruxismo trae consigo una serie de consecuencias y complicaciones dependiendo de la intensidad del mismo y la frecuencia con la que aparece. Entre las complicaciones se encuentran las siguientes:
- Desgaste del esmalte dental
- Fractura de alguna pieza dental
- Inflamación de las encías
- Problemas para dormir de manera continua durante la noche.
- Cansancio durante el día, por no poder descansar bien durante la noche.
- Trastornos en la articulación temporomandibular.
- Dificultad para masticar
- Dificultad para hablar
- Hipertrofia de los maseteros
- Dolor irradiado
- Traumatismo en el interior de las mejillas
- Recesión gingival
- Torus Maxilo-mandibulares
- Contractura muscular
- Dolor de oído
- Insomnio
- Sensibilidad muscular
- Sensibilidad a la temperatura fría y caliente
- Sensibilidad al dulce
- Problemas alimentarios
- Dolor mandibular
- Dolor parecido al de oído
- Dolor de cuello y rostro
- Cambios en la morfología del rostro
- Sobremordida
- Ángulos mandibulares marcados
¿Qué puedes hacer tú para disminuir el Bruxismo?
En la actualidad existen múltiples terapias que se deben seguir para disminuir el bruxismo. El método más empleado es la utilización de una férula de descarga, un dispositivo que se utiliza en la arcada superior, durante el sueño, ya que permite relajar los músculos progresivamente, impidiendo que los dientes se desgasten y sean apretados.
El paciente, además, puede realizar ejercicios de fisioterapia dirigidos a la zona cráneo-cérvico-mandibular. También, puede realizar técnicas de respiración diafragmática o Mindfulness. En aquellos casos en los que el desgaste dental esté muy avanzado, se recomienda rehabilitar las piezas dentales con la utilización de prótesis dentales, para recuperar la posición articular.
Además, se aconseja la realización de actividades que ayudan a relajar, eliminar el estrés, como ejercicios de relajación, masajes de las zonas musculares mandibulares. También, se debe seguir una dieta blanda libre de alimentos que obliguen a masticar mucho. Evitar masticar chicle, beber mucha agua, reducir el estrés diario y durante el día, realizar masajes en los músculos de la cara y la mandíbula durante el día.
Colocar calor local o hielo, en la zona de los músculos maseteros, para relajar las fibras musculares. Mantener buenos hábitos de higiene del sueño, cómo dormir a las mismas horas y evitar bebidas estimulantes antes de dormir, entre otros. Realizar ejercicio físico como yoga y pilates también puede ayudar a relajarse y a dormir mejor.
Algunas personas también pueden consumir medicamentos analgésicos y antiinflamatorios que disminuyen el dolor, inflamación y otras molestias derivadas de apretar y rechinar los dientes. Las inyecciones de bótox, también pueden utilizarse en aquellos casos donde los pacientes no responden a otros tipos de tratamientos, las mismas tienen como finalidad relajar la musculatura.
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