La quiropraxia es una práctica de medicina alternativa que se encarga del diagnóstico y tratamiento de desórdenes e irregularidades asociados con el sistema músculo-esquelético y su implicación con el sistema nervioso, con el objetivo de restablecer la salud.
Dentro de la quiropraxia se practica la manipulación de la columna vertebral, también de tejidos blandos y articulaciones. Quien la lleva a cabo, recibe el nombre de quiropráctico y combina su trabajo con la aplicación de agentes físicos como calor, frío, electroestimulación, masaje y acupresión. También, pueden aconsejar al paciente la realización de ciertos ejercicios físicos según sea el caso y la asesoría ergonómica para ser aplicada a sus espacios.
La quiropraxia se emplea con regularidad para tratar dolor lumbar, dolor cervical, dolor de cabeza o cefalea, osteoartritis, afecciones de los discos de la columna y dolores de origen neurológico.
Posibles efectos secundarios
Sin embargo, su práctica tiene unos posibles efectos secundarios como lesión en los nervios y en las arterias cervicales. También, se pueden presentar fatigas y dolores lumbares, pero estas molestias suelen marcharse en un día.
La práctica quiropráctica puede causar agravamiento de una hernia de disco y compresión de los nervios de la columna, como posibles factores de riesgo.
Por lo general, si la práctica es realizada por una persona capacitada en el área, no suele ocurrir ningún efecto secundario.
Esta práctica no es recomendada en los siguientes casos:
- Personas que padecen de osteoporosis.
- Neuropatía.
- Accidente Cerebro Vascular.
- Personas que tomen anticoagulantes y tengan problemas hemorrágicos.
- En pacientes con hormigueo o adormecimiento de alguna parte de su cuerpo.
- Osteomielitis.
- Osteopenia.
- Quemaduras.
- Enfermedades vasculares.
- Rotura de ligamentos.
- Fracturas.
Maniobras y técnicas quiroprácticas empleadas en el raquis
El raquis es otro nombre con el que se conoce a la columna vertebral o estructura que le da soporte al cuerpo. Las maniobras y técnicas empleadas en el raquis comprenden la aplicación de manipulación o terapia manual, para tratar de devolverle el movimiento a las articulaciones o aliviar el dolor de los pacientes.
Pero además de la maniobra manual, se utilizan técnicas como:
- Aplicación de ultrasonidos: las ondas de ultrasonido se emplean para realizar masajes que ayudan a disminuir el dolor y la rigidez, además de que reducen la hinchazón.
- Láser frío: es un tipo de luz láser que no produce calor y que contribuye a la reducción de la inflamación.
- Presión de los puntos gatillo: consiste en presionar con suavidad aquella zona donde el paciente presenta dolor.
- Ejercicios terapéuticos: se refiere a la indicación de ciertas actividades físicas que ayudarán al paciente a tener más fuerza y resistencia.
Reglas a tomar en cuenta
Existen ciertas reglas o generalidades que se deben tomar en cuenta para que un quiropráctico pueda realizar su labor adecuadamente. Estas son:
- El quiropráctico no debe trabajar en frío: esto significa que se debe preparar al paciente y la zona a tratar adecuadamente aplicando calor y masajes a los músculos y ligamentos que están afectados. Existe una excepción a esta regla básica, en caso de tortícolis u hombros congelados.
- Puesta en posición correcta: se refiere a que el quiropráctico y el paciente deben estar cómodos para que el trabajo se realice con mayor precisión y con el menor esfuerzo posible.
- Puesta en tensión: consiste en percibir o corroborar el nivel de resistencia del paciente.
- Regla del no dolor: se refiere a que el paciente debe ser manipulado sin que sienta dolor. En este caso, es importante tomar en cuenta que no se deben manipular las zonas adoloridas.
- Gesto manipulativo: se refiere al gesto corrector o movimiento seco y rápido que lleva la tensión articular al máximo.
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