Hacer deporte no es una cuestión exclusiva de los más jóvenes. Se trata de un hábito muy saludable también para los más mayores. Sin embargo, hay algunas consideraciones que debes tener en cuenta.
Aquí queremos hablarte de los mejores ejercicios para la tercera edad y de cuáles están contraindicados. Además, te daremos algunos consejos y te hablaremos de sus beneficios para la salud.
¿Cuáles son los deportes más adecuados y cuáles se deben evitar?
Generalmente, los ejercicios para la tercera edad se caracterizan por basarse en movimientos relajados, sostenidos y fácilmente controlables. Algunos buenos ejemplos son:
- Caminar al aire libre.
- Bailar.
- Montar en bicicleta estática.
- Nadar.
- Practicar yoga y taichí.
- Gimnasia aeróbica en suelo.
- Gimnasia aeróbica en piscina.
El riesgo de sufrir una lesión al practicar cualquiera de estas disciplinas es mínimo. Además, hacen sentir al usuario cómodo en todo momento. Sin embargo, hay otras actividades que, una vez alcanzada cierta edad, se deben evitar. Hablamos, por ejemplo, de:
- Correr.
- Ejercicios de fuerza destinados a hipertrofiar la musculatura.
- Deportes de equipo (fútbol, baloncesto, etc.).
Estas actividades comparten varios denominadores comunes. En primer lugar, conllevan impactos sobre las articulaciones, lo cual puede acelerar las molestias relacionadas con la artritis, la artrosis o la osteoporosis. Además, requieren esfuerzos muy explosivos que, con el paso del tiempo, pueden provocar problemas severos de salud.
¿Qué aspectos deben considerar al momento de ejercitarse?
Estos consejos son muy útiles para cualquier persona de la tercera edad que quiera incluir el ejercicio físico en su vida diaria:
- Antes de nada, conviene consultar con especialistas cuáles son las actividades físicas más recomendadas para el sujeto. Esto es especialmente importante en el caso de personas que han sufrido problemas cardíacos.
- La constancia es vital. Se trata de un hábito que se debe mantener en el tiempo. La OMS recomienda, como mínimo, 150 minutos de actividad física semanal a los mayores de 65 años.
- El ejercicio debe estar acompañado de una dieta saludable y equilibrada ajustada a las necesidades calóricas de la actividad.
Beneficios de ejercitarse en la tercera edad
Hacer ejercicio reporta beneficios para la salud en todas las etapas de la vida. Evidentemente, la tercera edad no es una excepción. Estos son los ejemplos más significativos:
- Permite controlar el colesterol y, con ello, reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
- Disminuye las posibilidades de sufrir diabetes tipo 2.
- Ayuda a controlar y reducir el sobrepeso.
- Fortalece la musculatura, lo que reduce las molestias óseas en las articulaciones.
- Refuerza el sistema inmune y previene la contracción de enfermedades víricas y bacterianas.
- Previene el deterioro cognitivo y lo retrasa en el caso de haber sido diagnosticado con demencia senil o Alzheimer.
- Sirve para hacer amigos y controlar los signos de la depresión y la ansiedad.
- Colabora a un mejor descanso y a una menor carga de estrés.
- Favorece la liberación de endorfinas, las ‘hormonas de la felicidad’.
- Mantiene y mejora la coordinación y el equilibrio.
En definitiva, hacer ejercicio tercera edad tiene múltiples beneficios para la salud. Sobre todo, cuando se realizan siguiendo los consejos que te acabamos de dar.
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