En primavera gran parte de la población se ve afectada por la alergia. Algunas personas producen en exceso un anticuerpo llamado inmonuglobulinas E capaz de reaccionar con sustancias del medio ambiente, como polen o ácaros. El resultado: urticarias, rinitis, picor, estornudos, dificultad respiratoria, asma…
La manera más eficaz de evitar la alergia es evitar el contacto con el alérgeno. Pero también podemos ayudarnos con la alimentación para mantener nuestro sistema inmunitario al máximo. En tan sólo cuatro pasos podemos reducir las alergias:
1. Aumentar el consumo de frutas y verduras por la gran cantidad y variedad de vitaminas y minerales que nos aportan.
2. Eliminar la miel y sus derivados de la dieta por la posible presencia de polen.
3. Disminuir la ingesta de lácteos, harinas, azúcares, café, té, alcohol y tabaco.
4. Tomar té rooibos o té rojo (que no provienen de la planta del té), que actúan como un antihistamínico natural suave. Además tiene propiedades antioxidantes, no contener teína y ayudar en caso de alteraciones digestivas.
Patricia Ibañez Tobar
Nutricionista y docente de ISED Bilbao