Cada vez está más de moda y tiene tantos detractores como defensores. Nos referimos a la dieta BARF, la tendencia de alimentar a perros y gatos solo con alimentos crudos dejando de lado los alimentos preparados para las mascotas. Como expertos en veterinaria, vamos a ver cuáles son sus ventajas y desventajas.
¿En qué consiste la dieta BARF?
Dicho de una forma muy simple, la BARF es una dieta que consisten en alimentar a los animales solo con productos crudos. Por sus siglas en castellano, la dieta se llamaría ACBA por las palabras Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados.
Aquí se encuentra uno de sus aspectos más significativos. No sirve cualquier alimento, tienen que ser aquellos que perros y gatos admiten de forma más adecuada. La dieta parte de la idea de que estos alimentos crudos, carne en su mayor parte, es lo que los animales comerían en su estado natural.
De esta forma, el sistema digestivo de perros y gatos está mucho mejor preparado para trabajar con ellos que con los tradicionales piensos o con las mismas carnes, pero cocinadas como si fuesen para los humanos.
La dieta se compone entonces de una parte de un 80 % de huesos carnosos, huesos que cuentan al menos con un 50 % de carne, y de un 20 % de frutas y vegetales crudos.
Las ventajas de la dieta BARF
Estas ventajas que vamos a describir aquí son las que defienden los partidarios de esta dieta. La primera de todas ellas se encuentra en que la comida cruda es más nutritiva para el animal, ya que los piensos pierden buena parte de su aporte nutricional durante el proceso de elaboración.
Por otro lado, los piensos suelen contar con un alto porcentaje de granos de cereal. Según los defensores de BARF, estos son completamente inadecuados para perros y gatos debido a que se trata de animales carnívoros que nunca incluirían los cereales en su dieta natural.
Por último, muchos veterinarios partidarios de la dieta BARF señalan que la comida industrial es perjudicial para la salud bucal de los animales dañando sus dientes o encías.
Las desventajas de BARF
Las desventajas que señalan otros veterinarios proceden de dos aspectos. El primero de ellos, es que hay muchos perros actuales que se parecen poco o nada a los lobos de los que proceden.
Un caniche o un chihuahua han dejado muy atrás su pasado como perros salvajes y es complicado siquiera imaginarlos desgarrando a un animal para comer su carne cruda.
Pero hay un segundo problema que es común para todos los animales. La carne cruda es fuente de bacterias y patógenos para el cuerpo del animal e incluso para las personas que conviven con ellos.
Así, existe el riesgo de que la comida cruda sea más perjudicial para las mascotas de lo que podría llegar a parecer. Hay que tener en cuenta que tanto perros como gatos han evolucionado junto a la humanidad adaptándose para comer todo tipo de alimentos, aunque los defensores de BARF no están de acuerdo con ello.
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