Todos, en mayor o menor medida, tenemos clara la importancia de seguir una dieta sana y equilibrada en nuestra vida diaria. Al fin y al cabo, es la base sobre la que gira la publicidad de la mayoría de productos alimenticios. Pero ¿sabes realmente qué es el concepto de educación alimentaria y por qué es tan importante en nuestras vidas? Aquí vamos a verlo.
¿Qué es la educación alimentaria?
En concreto, la educación alimentaria se define como el conjunto de estrategias educativas enfocadas a permitir la adopción de conductas y comportamientos nutricionales adecuados para mejorar la salud y el grado de bienestar.
Esto quiere decir que se centra en el autodesarrollo, no en la imposición. Debe ser la persona la que, a través de las habilidades enseñadas, tome las decisiones alimenticias ideales para sentirse bien y gozar de buena salud. Por ello, debe desarrollarse, más allá de en el plano individual, en el político y en el comunitario.
¿Debe aplicarse en todas las etapas de la vida?
Por supuesto que sí. Es cierto que, durante la niñez, los conceptos se asimilan más rápido y permanecen asentados para el resto de la vida. Sin embargo, las necesidades alimenticias de las personas cambian con el paso del tiempo y el avance de la edad. Por ejemplo, la dieta recomendada para un deportista de 25 años nada tiene que ver con la idónea para un sujeto de la tercera edad con 80 años o más. Eso sí, la educación alimentaria tiene en ambos casos el mismo objetivo: favorecer el bienestar, la salud y la longevidad.
La importancia de adquirir buenos hábitos en la etapa escolar y en la adolescencia
Antes la nombrábamos brevemente, pero ahora queremos ahondar en la materia. Los niños pequeños tienen la capacidad de asimilar grandes cantidades de conocimientos que, posteriormente, permanecen en su memoria toda la vida y sientan las bases de lo que será su actitud alimenticia durante el resto de su vida.
Por ello, profundizar en la importancia que tiene adquirir buenos hábitos alimenticios y seguir una dieta saludable y equilibrada es vital. Por un lado, con esto evitarán crear fobias a determinados alimentos. Por otro, tendrán la capacidad de influir en la dieta de sus padres y del resto de su familia en caso de que no sea la más adecuada.
¿Cómo podemos educar a nuestros hijos para que coman de todo?
Hay muchas acciones que pueden tener un impacto positivo. En primer lugar, hay que explicar a los niños, de forma en la que lo puedan entender, por qué es tan importante seguir una dieta balanceada y saludable a diario. También deben comprender que todos los alimentos son necesarios para su desarrollo y bienestar y que las golosinas solo tienen cabida como una recompensa en momentos puntuales.
Pero, sin duda, lo más importante de todo es dar ejemplo. Será imposible conseguir que los niños sean capaces de comer fruta, verdura o pescado si no ven a sus padres y al resto de personas que les rodean hacerlo.
Enfermedades que puede evitar una buena alimentación
La primera de todas es el sobrepeso y la obesidad. Estos problemas no solo tienen un factor negativo estético que influye negativamente sobre la autoestima. También son los responsables de la diabetes, la hipertensión, el colesterol y, en última instancia, los accidentes cardiovasculares en forma de infartos de miocardio, anginas de pecho o trombosis.
Pero una buena alimentación también puede reducir los problemas de movilidad en personas con patologías que afecten a su sistema motor. Incluso está demostrado que reduce las probabilidades de sufrir determinados tipos de cáncer. En definitiva, sobran los motivos para implantarla en nuestra vida y seguirla cada día.
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