La celulitis es la acumulación de depósitos irregulares o nódulos de grasas, que tienden a
acumularse en zonas como cadera, glúteo, muslo y abdomen. Se localiza en la epidermis y no
es distinta a otro tipo de grasas que se encuentren en nuestro organismo.
Se puede identificar fácilmente por el parecido, cuando se comprime, con la piel de naranja.
La mujer, por constitución, tiene mayor nivel de grasa corporal que el hombre. Una parte de
ella es causada por factores hormonales como, por ejemplo: un nivel alto de estrógenos que
provoca edema y retención de líquidos, el síndrome premenstrual, los embarazos, la pubertad,
la menopausia, el uso de la píldora, etc y puede crear este tipo de desarreglos hormonales.
También puede ser provocada por un mal funcionamiento de los adipocitos causado por
genética, mala circulación sanguínea o linfática, vida sedentaria, mala alimentación o dieta.
La obesidad y la celulitis se vinculan directamente y no debería ser así ya que personas delgadas también la tienen.
Existen distintos tipos de celulitis, localizada, general, blanda, edematosa, cada una tiene sus
síntomas y características, al igual que tratamientos específicos y generales.
Para combatirla lo podemos hacer desde distintos frentes: evitar la vida sedentaria, hacer
ejercicio, caminar, incluso bailar. En cabina para tratar la celulitis, se puede realizar mediante un masaje anticelulítico, circulatorio, en el cual podemos utilizar aceites esenciales para potenciarlo, como los cítricos: el limón, la naranja, el pomelo, el geranio, el abedul y el ciprés que activara la expulsión de toxinas y la circulación, la canela que ayudara a mejorar la tensión de la piel (con mucha precaución) entre muchos otros y el Drenaje Linfático Manual,
facilitará la eliminación del edema y la retención de líquidos,
Por último, la dieta, “somos lo que comemos” y una buena hidratación, ayudará desde dentro a liberar de una acumulación de toxinas nuestro organismo y con ello mejorará el funcionamiento del sistema circulatorio sanguíneo y linfático.
Otras pautas como reducir el consumo de sal, azúcar, grasas -sobre todo las saturadas-, café,
alcohol, tabaco, entre otros. La ingesta de frutas puede ayudarnos mucho y en esta época del año hay una gran variedad: piña, fresa y frutos rojos, melón, sandía, pomelo, naranja, kiwi, pera, plátano…, otros alimentos como las lentejas, el pescado azul y los espárragos también nos podrían ayudar.
En conclusión, nos debemos cuidar, ya que la mayor parte de las mujeres comparten este problema y lo más importante es estar equilibrado y recordad que la grasa en nuestro cuerpo también es importante y necesaria.
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