Ladrar es una de las muchas maneras en la que los perros se comunican. Sin embargo, cuando se encuentran en casa y, sobre todo, si vivimos en una comunidad de vecinos, los ladridos pueden tornarse en un auténtico problema para la convivencia. Por ello, es necesario saber qué hacer para que el animal deje de hacer ruido cuando se lo ordenamos o cuando se encuentra solo. Aquí vamos a darte algunos trucos para conseguirlo.
¿Por qué ladran los perros?
Antes de nada, es conveniente saber por qué los perros ladran:
- Estrés: al igual que las personas, hay situaciones que estresan y ponen nerviosos a los animales como, por ejemplo, el sonido de petardos lanzados en la calle, de coches, etc.
- Soledad: cualquier perro puede estar solo un número de horas concretas. Sin embargo, cuando pasan mucho tiempo sin compañía y empiezan a sentir que deben realizar sus necesidades, ladran.
- Separación: sobre todo, después de adoptarlos o cuando pasamos más tiempo con él por estar de vacaciones. La ansiedad en perros es muy habitual por este motivo.
- Problemas para sociabilizar: los perros necesitan relacionarse con otros perros. Por ello, es recomendable llevarles a parques caninos, por ejemplo.
- Demasiada excitación: algunos perros no pueden controlarse cuando ven comida, la correa para salir a pasear u otras cosas que les gusten.
- Frustración: en muchos casos, los ladridos son producidos por cambios en sus hábitos o por la incapacidad de mantenerlos iguales en el tiempo. Los perros necesitan una rutina.
- Problemas de salud: la sordera o la ceguera ocasionada por la edad generan estrés en el animal y le hacen ladrar para pedir ayuda.
Trucos para evitar que mi perro ladre
- No pegar al animal cuando ladre: esto solo conseguirá excitarle más y fomentar que siga ladrando. En cambio, es recomendable llamar su atención cuando lo esté haciendo usando objetos ruidosos y acompañar ese sonido con la orden “cállate” o “sssht”, por ejemplo. Cuando deje de ladrar, hay que premiarle con caricias y golosinas.
- Mucho ejercicio: cuanto más, mejor. El cansancio le hará dormir, descansar y sentirse menos activo cuando no estemos en casa.
- Juguetes que fomenten su relajación: como un kong. Este juguete permite introducir comida en su interior y supone un desafío para el animal. También es ideal para cuando tenemos que salir.
- Distraerle: debemos ser capaces de detectar aquellas situaciones que provocan el ladrido del perro. Cuando lo hagamos, podemos simularlas y tratar de distraerle con juegos para que asimile que no tiene por qué estresarse. Esto es ideal para aquellos perros que ladran cuando suena el timbre.
- No forzar la interacción con perros o personas: a los perros no siempre les apetece interactuar. Así que, si percibimos que no quiere, mejor evitar ese tipo de situaciones.
En definitiva, la ansiedad en perros es un problema que puede derivar en que el animal ladre por muchos motivos tanto cuando salimos de casa como cuando estamos allí. Por ello, la educación y la adopción de unos hábitos correctos es fundamental. Solo con rutina y disciplina y transmitiéndole al animal la suficiente confianza conseguiremos que deje atrás su problema.
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