El síndrome de la cabeza adelantada, también conocido como síndrome cruzado superior, es una de las patologías que trata habitualmente la osteopatía. Saber cuáles son sus síntomas y consecuencias nos ayudará a entender cuándo debemos solicitar ayuda profesional ante este trastorno.
¿En qué consiste este síndrome?
Se trata de una desviación de la cabeza hacia adelante, en relación con el cuerpo. Se puede percibir fácilmente cuando observamos de perfil a la persona que lo padece. También es habitual que percibamos la existencia de lordosis y cifosis en la columna.
Lo normal sería que, de vista lateral, pudiésemos percibir una alineación de la oreja, el hombro, el fémur, la rodilla y el tobillo. Esto significa que las curvas de la columna están compensadas correctamente. En el caso de este síndrome, esta situación no se produce.
Las causas de una cabeza adelantada son variadas, y dependerá de la evaluación de un osteópata, pero pueden ir desde el uso de dispositivos móviles que nos obliga a estar muchas horas inclinados a malformaciones vertebrales o problemas musculares. Igualmente, es muy habitual este síndrome en las personas mayores, fruto del proceso de envejecimiento normal del cuerpo.
Consecuencias del síndrome cruzado superior
Si padecemos este síndrome, lo más normal es que se descompensen las curvas de la columna vertebral y, además, se altere la musculatura. Esto hace que acabemos padeciendo otros muchos síntomas dolorosos que afectan a nuestra calidad de vida.
El dolor cervical, en el hombro y en la zona más alta de la espalda son consecuencias habituales de este trastorno. Igualmente, muchas personas presentan rigidez en las articulaciones del cuello y falta de movilidad, alteraciones en la articulación de la mandíbula y cefaleas tensionales. La tensión en la zona también puede provocar sensación de inestabilidad y vértigo.
Algunos estudios también relacionan la existencia de esta patología con un aumento del riesgo de padecer una hernia discal.
Prevención y tratamiento del síndrome de la cabeza adelantada
Un requisito esencial para conseguir que la cabeza no se adelante al tronco más de lo adecuado y, por lo tanto, que se desarrolle este síndrome es cuidar la postura para evitar una tendencia que puede acabar derivando en un problema muscular y de las articulaciones de la zona.
Una de las acciones de prevención pasa por cambiar la postura al utilizar el móvil. Si en lugar de bajar la cabeza, colocamos nuestro smartphone más cercano a la altura de nuestra cabeza, reduciremos la acción que tiene sobre nuestras cervicales.
También es recomendable realizar movimientos de estiramiento, sin forzar, para conseguir relajar la musculatura. Junto a esto, intentaremos evitar mantener una postura rígida durante un tiempo prolongado.
De todos modos, también es indispensable recurrir a ayuda profesional para evitar que el problema se desarrolle, o conseguir reducir los síntomas. Recurrir a la terapia de un osteópata nos ayudará a recolocar la curvatura de nuestra columna vertebral y a mejorar los músculos y su resistencia.
Igualmente, este profesional nos asesorará sobre todos aquellos hábitos que pueden dañar nuestra postura y, por lo tanto, empeorar el síndrome. Contar con sus consejos es esencial para que podamos prevenir o solucionar la situación con garantías
La ayuda de un profesional experto en osteopatía nos permite abordar la patología de un síndrome de la cabeza adelantada, reducir sus síntomas y prevenir la aparición de consecuencias todavía más graves para la salud a largo plazo, que puedan condicionar nuestra calidad de vida y disminuir incluso nuestra movilidad.
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