La escoliosis consiste en una curvatura excesiva de la columna que puede ser congénita o aparecer con posterioridad en una etapa infantil, juvenil o adulta por genética heredada, crecimiento, problemas hormonales o musculares, malas posturas, etc.
En muchos casos, esta problemática va acompañada de rotaciones vertebrales. Las curvaturas y rotaciones hacen que los músculos de las zonas afectadas se contraigan y estén tensas, por lo que el quiromasaje se convierte en un gran aliado para aliviar las molestias en la espalda que puede llegar a provocar esta desviación.
Quiromasaje y escoliosis
La indicación mediante quiromasaje para la escoliosis requiere de un estudio previo por parte del quiromasajista para evaluar el tipo de desviación que se tiene y a qué altura está.
Las curvaturas que provoca la escoliosis se pueden localizar en la zona lumbar, dorsal o cervical, y, según su morfología, pueden ser en forma de S (doble curva) o C (curva simple). Además, la escoliosis puede ser compensada, cuando las curvaturas se compensan entre sí y la postura no llega a verse afectada, o descompensada, donde las curvaturas no se compensan y la posición de la pelvis se ve afectada.
Con el desvío de la columna, la musculatura paravertebral también sufre un desequilibrio. Lo más común es que se forme una contractura en el lado donde tiene lugar la escoliosis.
Al acudir a un quiromasajista, el cliente debe entender que lo que se pretende con las sesiones es relajar y descontracturar las articulaciones para reducir el dolor de huesos y facilitar el movimiento articular.
El quiromasaje para la escoliosis debe entenderse como una ayuda a un tratamiento principal. Entre las terapias recomendadas para esta afección se encuentran la rehabilitación a través de ejercicios dirigidos por un profesional, los estiramientos, la natación y el tratamiento postural. El masaje, por lo tanto, es un suplemento a estas terapias que ayuda a prevenir complicaciones como pinzamientos y contracturas.
Beneficios del quiromasaje para la escoliosis
Pese a ser una terapia secundaria a la hora de tratar la escoliosis, los masajes quiroprácticos tienen unos objetivos muy claros que mejoran la calidad de vida de las personas con escoliosis. Entre estos objetivos destacan:
- Reducir el dolor, que es el motivo principal por el que la mayoría de personas acuden a las consultas de quiromasaje. Gracias al masaje, se liberan endorfinas y se mejora la tolerancia al dolor.
- Reducir la tensión de los músculos. La desviación de la columna genera tensión en la musculatura circundante. Los masajes intentan reducir esta tensión y lograr que se mejore la movilidad y se reduzca el dolor.
- Mantener la movilidad articular. Al reducir la tensión muscular, se mejora la movilidad global de la columna y se aumenta la funcionalidad de las vértebras.
- Detener o retrasar la inclinación y las rotaciones vertebrales. Al lograr una buena movilidad del entorno de la columna, se consigue ralentizar la progresión de la desviación.
Al tratarse de una deformación del raquis, la terapia para la escoliosis es un proceso largo. El seguimiento debe realizarse de forma regular (de forma semanal) y durante un periodo de tiempo prolongado, con sesiones de entre 30 y 60 minutos.
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