Los amantes de los perros se sorprenden con mucha frecuencia de ciertos comportamientos de estos animales que parecen no encajar con sus caracteres. Y más cuando las cercanías a sus perros les hacen pensar que conocen muy bien sus hábitos y reacciones.
Un buen adiestrador canino lo tendrá claro. Es importante saber cuáles son las reacciones comunes y habituales en los canes y qué es un comportamiento patológico en perros para garantizar su salud y una adecuada interacción con las personas que rodean a los animales.
Comportamiento patológico en perros vs hábitos normales
Así, ¿qué se considera como un hábito normal y qué un comportamiento enfermizo en perros? Un perro normal come, bebe, duerme y descansa (hasta 18 horas al día). También juega, explora e interactúa con su entorno, con otros perros y en casa con la familia. Un perro normal se asustará de alguna situación imprevista, pero aprenderá de su experiencia. Se acostumbrará a no temer de los estímulos comunes que puedan generarle miedo. Un perro sano, como sabe cualquier adiestrador canino, conseguirá adaptarse a cualquier amenaza como mecanismo natural de supervivencia.
La ansiedad en los perros, posibles síntomas
La ansiedad es un comportamiento patológico en perros miedosos. Si el miedo es una reacción contra una amenaza real, la ansiedad lo es contra una situación en la que no hay estímulo aparente que produzca miedo. Un perro se muestra ansioso cuando se lame el hocico sin haber comida, cuando se rasca el cuerpo con las patas traseras sin sentir picor, fuera de contexto. Pero también cuando camina sin rumbo aparente, cuando bosteza y se estira sin estar cansado, cuando se muerde la cola de manera compulsiva, cuando se agita el pelaje para secarse sin estar mojado o cuando jadea sin estar agitado por ejemplo por haber corrido. Todos estos casos son comportamientos desplazados que expresan un conflicto emocional que puede compararse con algunos humanos como rascarse la cabeza, girar anillos en los dedos o comerse las uñas.
Comportamiento patológico en perros y situaciones anormales
De todas formas, como muy bien sabe cualquier educador canino, es importante distinguir entre comportamientos normales, pero indeseables y hábitos patológicos en perros. Ladrar, perseguir, defecar en lugares no deseados, marcar con orina o deambular son hábitos normales pero no deseables en perros normales. Signos de un comportamiento patológico en perros son, en cambio, paralizarse, total o parcialmente. Cuando los perros se quedan inmóviles en un lugar determinado sin motivo aparente o cuando parecen caminar a cámara lenta. Igualmente podemos hablar de un caso de comportamiento en absoluto normal cuando un animal se esconde o pone distancia con algo que le perturba y que no es motivo para sentir miedo. Por desgracia, en ocasiones, los perros reaccionan de forma agresiva cuando lo que parece afectarles no desaparece de su entorno. En este caso, estaremos hablando de una respuesta natural pero que puede ser potencialmente peligrosa para las personas que rodean a estos animales. Los adiestradores caninos recomiendan en estos casos alejar a los animales de la fuente de ansiedad o de temor que les afecte. Un adiestrador canino, sin duda, tendrá la llave para detectar los comportamientos patológicos y, sobre todo, para reconducir el estado del animal y recuperar su salud emocional.
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