Los dolores cervicales son, desgraciadamente, mucho más habituales de lo que nos gustaría. De hecho, en mayor o menor medida, todos los hemos sufrido en alguna ocasión. Aquí queremos hablarte en profundidad acerca de las causas de esta molestia y de todos los demás aspectos importantes relacionados con ellos.
¿Qué son los dolores cervicales?
Los dolores en las cervicales suelen tener unas características propias que permiten diferenciarlos de otros. En concreto, se manifiestan, en un primer momento, en la nuca para, después, abarcar la parte posterior de la cabeza y los hombros. Por lo general, desaparecen con el reposo. Sin embargo, cuando no lo hacen, llegan a producir pérdida de fuerza, mareo, inestabilidad y otros muchos síntomas más graves.
¿Cuáles son las causas de los dolores cervicales?
Lo primero que has de saber acerca de este tipo de dolor cervical es que aparece como consecuencia de una respuesta neurológica que desencadena la inflamación y la contracción muscular en la zona.
Por su parte, hay que diferenciar entre dos tipos de causas de los dolores cervicales:
Causas fisiológicas
Dentro de este ámbito hay hablar de alteraciones en la columna vertebral o, en su defecto, de la degeneración de determinadas conexiones entre la columna y las vértebras. De igual modo, también puede aparecer como consecuencia de un traumatismo como, por ejemplo, el temido latigazo cervical.
En concreto, esta es una lesión cervical que se produce por un proceso de flexión y extensión brusco en la zona del cuello. Es especialmente habitual en los accidentes de tráfico cuando se produce un impacto en la parte posterior del vehículo.
Causas posturales
Otra de las principales causas de los dolores cervicales se basa en la implementación de malos hábitos posturales dentro de nuestra vida diaria. De hecho, este problema es especialmente habitual entre aquellos que pasan muchas horas delante de un ordenador. Por lo general, cuanto más tiempo se esté haciendo ese tipo de tareas, más fácil es que se produzca la desalineación entre la cabeza y las cervicales y la flexión del cuello.
Por otro lado, la adopción de una mala postura al dormir intensifica los dolores cervicales. En este sentido, son especialmente habituales entre quienes duermen boca abajo ya que esta postura produce una torsión del cuello totalmente antinatural.
Causas nerviosas
El estrés y la ansiedad son, por lo general, dos de los mayores desencadenantes de procesos de dolor en las cervicales. Esto se debe, fundamentalmente, a que ambos factores psicológicos propician el aumento del tono muscular en la zona, lo que se traduce en un mayor número de opciones de que aparezcan contracturas.
La importancia de recurrir a un quiromasajista
En todos los casos en los que una persona manifiesta dolor cervical, un quiromasajista le resultará extremadamente útil. De hecho, si es tu caso, no deberías esperar más para consultar a uno. El quiromasajista, mediante la aplicación de masajes en la zona cervical con sus propias manos, deshará y aliviará el efecto de las contracturas asociadas a él para que los síntomas desaparezcan. Además, por norma general, debes saber que los efectos son palpables desde la primera sesión.
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