Llevar a nuestro perro al veterinario de forma periódica constituye una de las premisas básicas que giran en torno a los cuidados y atenciones que requieren nuestras fieles mascotas. Como norma general, acostumbramos a llevar al perro al veterinario únicamente cuando es estrictamente necesario para ponerle alguna vacuna, o como consecuencia de alguna dolencia o sintomatología que muestra el perro y que requiere un chequeo e intervención por parte del veterinario. Hoy os contamos todas las ventajas que suponen el llevar a nuestro perro al veterinario periódicamente acorde a sus especiales circunstancias como una medida preventiva y de control previo, en pos del bienestar y calidad de vida del perro.
Llevar al perro al veterinario: clave para su bienestar
Las revisiones periódicas deben gestionarse teniendo en cuenta diferentes parámetros de tipo subjetivo por lo que no existe una única respuesta a la pregunta de ¿cada cuánto tiempo debo llevar a mi perro a la clínica veterinaria? Como mínimo debemos acudir al veterinario con nuestra mascota una vez al año para realizarle una revisión y chequeo completo. No obstante, asumiendo que cada perro es distinto, implementado por su edad, sexo y raza, es muy recomendable que sea el propio profesional veterinario de confianza quien nos recomiende cuando debemos volver a acudir a la clínica.
Un perro cachorro requerirá como mínimo acudir a la clínica veterinaria una vez al mes hasta que cumpla aproximadamente los cuatro meses de edad, cumpliendo rigurosamente con el calendario de vacunas y descartando cualquier patología que pudiera padecer desde su nacimiento.
Los perros adultos y hasta los diez años de edad, siempre que no presenten ningún problema de salud deben acudir a su centro clínico habitual como mínimo una vez al año para realizar una revisión veterinaria completa.
En última instancia, los perros de edad avanzada, esto es, con más de diez años de edad deben acudir como norma una media de dos veces al año, para controlar mejor la detección de enfermedades o problemas relacionados con la vejez del animal.
Beneficios de llevar al perro al veterinario
La regla de “más vale prevenir que curar” debe constituir una premisa básica incuestionable. Llevar al perro al veterinario periódicamente creando un programa preventivo junto con nuestro profesional de confianza, donde se programen sus vacunas, la alimentación acorde a cada etapa de su vida, rutina de ejercicios y pruebas veterinarias es la mejor forma de garantizar una estrategia efectiva de prevención y control de enfermedades o dolencias de nuestro perro.
A la larga, los beneficios de llevar al perro al veterinario se generarán por si solos, evitando intervenciones quirúrgicas o costosos tratamientos cuando quizás resulte demasiado tarde, afectando directamente en la calidad de vida y bienestar de nuestra querida mascota.
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