Cuidar la alimentación y nutrición es muy importante a lo largo de toda la vida. Sin embargo, al llegar a la tercera edad, la nutrición y la dietética cobran especial importancia. Al fin y al cabo, el cuerpo ya no tiene las capacidades de antaño.
Llegada la tercera edad es indispensable aportarle al cuerpo en la medida necesaria los nutrientes que necesita para llevar a cabo sus funciones vitales y ayudarle a no envejecer antes de lo normal. Por este motivo, aquí queremos hablarte acerca de la importancia de la nutrición en ancianos.
¿A qué aspectos de la salud afecta la dieta?
La alimentación y dieta, en el caso de las personas mayores, tiene un especial énfasis en la aparición de trastornos intestinales, en el deterioro de los huesos y las articulaciones, en la proliferación de enfermedades cardiovasculares que incrementen el riesgo de infartos, en el desarrollo de diabetes y caries dentales, etc. Este es el motivo por el que cada persona debe seguir un plan individualizado que, a poder ser, sea llevado a cabo por un especialista en nutrición y dietética.
El principal problema, en términos de dietética, que sufren las personas mayores es el escaso control sobre el número de calorías que consumen. Y es que, mientras que unos dejan de comer las cantidades que necesitan, otros dejan de cuidarse y controlarse e ingieren más de las que su cuerpo está ya preparado para soportar. De hecho, el sobrepeso es una de las principales causas de mortalidad en personas de la tercera edad.
Hay que prestar atención al consumo de alimentos ricos en grasas ya que estos tienen consecuencias funestas sobre el organismo de los mayores. Asimismo, es de especial relevancia el control de los niveles de calcio y de vitamina D ya que esta deja de metabolizarse correctamente con el paso del tiempo en la tercera edad.
Otros aspectos que tienen en cuenta los especialistas en dietética
La nutrición en ancianos debe diseñarse teniendo en cuenta otros factores. Sin duda, uno de los más importantes es la masticación. Y es que, con el paso de los años, lo normal es perder piezas dentales, los cuales afectan a esta circunstancia. También es frecuente que aparezcan caries y enfermedades periodontales de diversa índole que impidan comer determinados alimentos, sobre todo, si son muy duros.
Tampoco hay que olvidar que el flujo salival disminuye, lo que hace más complicada la deglución de los alimentos. Lo mismo puede decirse respecto a la mucosa oral. No hay que olvidar que ambas sustancias juegan un papel clave en el proceso digestivo, por lo que hay que prestarles una atención especial, sobre todo en ancianos.
En definitiva, cuando se llega a la tercera edad o se está al cuidado de personas comprendidas en ese rango de la población, es indispensable ponerse en manos de un especialista en dietética y en nutrición. Esto se debe, fundamentalmente, a que, a partir de un estudio individualizado, son los únicos capaces de determinar cuáles son las necesidades alimenticias de los sujetos en base a sus circunstancias. Así que, si es tu caso, no dudes en ponerte en contacto con uno. Te sentirás mucho mejor rápidamente.
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