Un perro es algo más que un amigo, vivimos grandes momentos con ellos, son de la familia y por eso sufrimos cuando les vemos temer al secador cuando les bañamos.
Mi perro tiene miedo al secador
Cuando vemos sufrir a nuestro perro, sufrimos nosotros. Existen una gran cantidad de ruidos que pueden hacer que nuestro animal se estrese y tenga miedo de lo que escucha. Es una reacción normal ante lo desconocido. Algunos de ellos como una sirena, un petardo o el estruendoso sonido del secador pueden provocar que salga huyendo a esconderse a un sitio tranquilo y a salvo. ¿Qué podemos hacer para evitar este miedo? ¿Existe alguna fórmula mágica para que nuestro querido perro no pase por ese trance del miedo al secador?
Los peluqueros caninos saben muy bien cómo tratar estos casos. Enseguida sabemos apreciar cuando un profesional conecta con los animales, cómo los trata con cariño, con respeto y con una familiaridad increíble para el animal. Ellos saben muy bien cómo bañar a tu perro, cómo limpiarlo y cómo secarlo con secador sin que el animal huya por la ansiedad, el estrés o el miedo. Conectan con ellos como si los conocieran de siempre, como si fueran amigos desde hace muchísimo tiempo. No tienen una fórmula mágica para hacer lo que hacen pero sí que existen unas pautas esenciales que les ayudan a tranquilizar el perro para poder tratarlo, lavarlo y secarlo.
Técnicas para evitar el miedo de tu perro al secador
Existen trucos que te servirán para ayudar y controlar el miedo que producen estos ruidos.
El primer truco que necesitarás consiste en no abrazarlo y acariciarlo cuando escuche ese sonido cuando el secador se pone en marcha. Si corres a protegerlo y a tranquilizarlo, lo que estarás haciendo será fortalecer su miedo. Será difícil resistirse a no proteger a tu perro cuando está sufriendo, pero esa no es la manera de hacerlo. Así no le ayudarás a superar el miedo.
El segundo truco consiste en exponerlo poco a poco a ruidos desde pequeñitos. Siempre con un volumen bajo para que se vayan adaptando a los sonidos y de esta manera acaben acostumbrándose a ellos sin estrés y sin miedo.
El tercer truco consiste en recurrir a los profesionales. Una peluquería canina. Como propietarios de mascotas debemos comprender que en ocasiones es muy recomendable que nuestro perro cuente con unas instalaciones adaptadas para el baño y el secado. En nuestras casas y con secadores domésticos, si bien puede servirnos para un baño puntual, lo ideal es ponerse en manos de profesionales. No ya por sus instalaciones adaptadas que comentábamos antes, sino porque están mucho más acostumbrados a lidiar con estos miedos al secador de nuestros perros.
Debemos destacar que hay razas y perros más nerviosos que otros. Muchas veces se juntan ambas cosas, es decir, una raza o perro propenso al estrés y nerviosismo y que nosotros como dueños no sabemos resolver las situaciones de estrés de nuestro perro. Esto consigue formar una “tormenta perfecta” donde el perro es el principal perjudicado.
Si estás interesado en recibir formación sobre nuestros cursos de peluquería canina, no dejes de contactar con nosotros. Resolveremos tus dudas sin compromiso. ¡Anímate!