Cada año se contabilizan en España, más de 100.000 perros abandonados, una cifra que sitúa a España en uno de los más vergonzosos primeros puestos a nivel europeo. Por eso, promover la adopción y rechazar la compraventa de animales es una labor social que además, impulsa valores muy positivos entre los ciudadanos, como el compromiso, la solidaridad y la empatía.
Pero es importante tener muy claro que, los perros adoptados que han sufrido maltrato o abandono son casos especiales. En muchas ocasiones, el proceso de adaptación suele ser sencillo y rápido, aunque siempre resulta conveniente conocer algunas pautas básicas, con las que nos aseguramos una convivencia placentera para toda la familia.
Pautas de comportamiento con perros adoptados
Dale tiempo. En los primeros momentos hay que tener paciencia y permitir al perro que siga su ritmo. Debemos entender que se sentirá desconcertado y, si ha sufrido algún tipo de maltrato, es posible que no confíe mucho en ti. Sois desconocidos y tenéis que ir aprendiendo a comprenderos poco a poco.
Proporciónale un lugar tranquilo en la casa, situado contra una pared en una zona protegida, donde pueda contemplar toda la estancia. Y deja que sea él quien decida cuándo desea interactuar.
Escoge zonas y horas de paseo en las que no haya mucho movimiento. No le agobies con ordenes ni prohibiciones o socializaciones precipitadas. Puede que se sienta inseguro en su nuevo barrio y necesitará tiempo para habituarse. Por supuesto, no le sueltes hasta que no esté completamente adaptado a la familia y te hayas asegurado que responde a tu llamada.
¿Y si presenta problemas de comportamiento canino?
Por desgracia, a pesar del buen gesto de adoptar perros abandonados, existen muchas personas que deciden devolverlos cuando las cosas no funcionan bien desde el principio. Muchos perros que han sufrido abandono, sufren una fuerte ansiedad por separación, debido al temor de pasar de nuevo por una experiencia similar. Otros, pueden presentar conductas agresivas como consecuencia del miedo y la inseguridad provocada por los malos tratos. Algunos han vivido siempre solos y no son capaces de entender las normas de convivencia en una pequeña manada. Pero todas estas conductas se pueden reconducir con la ayuda de un educador canino.
¿A quién acudir ante problemas con tu perro?
La figura del etólogo o educador canino, funciona en muchos casos como una especie de traductor. A veces parece que nos olvidamos que somos especies distintas, que se comunican de modos muy diferentes. Y ese suele ser el origen de todos los problemas de comportamiento en los perros. El educador ofrece las herramientas necesarias para saber entenderles y a la vez, saber hacernos entender por ellos.
Al fin y al cabo el mayor deseo de cualquier perro es tener la aprobación y el amor de su familia.
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Un comentario
Estupendo artículo, toda la razón.