Los masajes con ventosas, también conocido con el término inglés cupping –deriva de la palabra inglesa cup, que significa taza-, consiste en la aplicación de ventosas sobre el cuerpo y en la extracción del aire de estas a través de un efecto de vacío. Las ventosas, generalmente hechas de plástico o de cristal, son manipuladas para la eliminación de toxinas de la sangre y la linfa, así como para el tratamiento de diferentes afecciones.
El masaje con ventosas y su historia
Probablemente te haya llamado la atención el hecho de ver a muchos de los deportistas más laureados de toda la historia de los Juegos Olímpicos con unos moratones durante la celebración de sus últimas competiciones. Esto es debido a que se han sometido a la terapia con ventosas por sus ventajas en la recuperación muscular. De hecho, es uno de los métodos más utilizados por los deportistas y por varios famosos.
No obstante, el masaje con ventosas con fines curativos no es algo nuevo. Lo cierto es que es una práctica ancestral que se lleva a cabo desde el siglo III antes de Cristo. Existen pruebas del empleo de las ventosas con una finalidad curativa en lugares como Mesopotamia, durante el año 3.300 antes de Cristo, o en el Antiguo Egipto, en el año 2.200 antes de Cristo. También existen pruebas de que se utilizaban en la India en el 1.500 antes de Cristo y de que se extendieron hasta Grecia. Allí Hipócrates, en el 400 antes de Cristo, dejó indicaciones documentadas sobre su utilización.
Tipos de cupping
En la técnica del cupping puedes utilizar ventosas de distintas formas y con diferentes objetivos. Una de estas posibilidades es la del masaje. En este caso, una vez que se ha realizado el vacío y se ha colocado la ventosa en la piel, debe deslizarse de un lado a otro. Para facilitar esta tarea, anteriormente debe de haberse aplicado un aceite de masaje.
Otras opciones son la de la ventosa fija en los puntos reflejos en la espalda, así como el sangrado con ventosa, también conocido como wet cupping. Lo que se realiza en este último caso es aplicar la ventosa en una zona inflamada o congestionada durante unos tres minutos (obviamente, esta técnica ha de realizarse con los conocimientos profesionales previstos para ello, no está recomendado hacerlo bajo ningún caso por personal no profesional). A continuación, se realiza una incisión superficial en la piel para que así salga una cantidad pequeña de sangre. Esto permite la descongestión de una zona determinada.
Beneficios del masaje con ventosas
El masaje con ventosas sirve para tratar enfermedades reumáticas como la artritis y la fibromialgia. También ayuda con la migraña, la depresión, la ansiedad, la hipertensión, las afecciones cutáneas, los problemas de infertilidad o la congestión en los bronquios por alergia o por asma.
Muchos consideran también que es ideal para la apertura de los meridianos, unos conductos de nuestro cuerpo a través de los que fluye la energía. Por ello, este tipo de terapia alternativa funciona de una forma que se parece mucho a la práctica de la acupuntura.
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