Siempre he creído que aprender es un ejercicio de curiosidad.
A menudo nos decidimos por estudios o profesiones que desconocemos en el verdadero ámbito en el que se desarrollan, las idealizamos o partimos de unas ideas preestablecidas que no necesariamente coinciden con la realidad.
Me dedico a las terapias manuales desde hace más de una década y también a la docencia en el mismo ámbito. Creo que la misma curiosidad que te puede llevar a querer formarte en esta área es necesaria para llegar a ser un buen profesional.
Con este artículo me gustaría compartir mi experiencia. Hasta nosotros se acercan todo tipo de personas, con metas también bastante desiguales. Pero todos tenemos algo en común, algo vocacional en utilizar nuestras manos para mejorar el bienestar de otros, a veces ni siquiera lo conocemos hasta que empezamos a experimentar pero está latente dentro de nosotros.
La vocación es una ventaja añadida en cualquier ámbito profesional y en el de las terapias manuales además es muy recomendable. Hacer del contacto físico una herramienta para ayudar a mejorar es algo que forma parte del ser humano. Cuanto mejor formados estamos mayor capacidad tenemos de actuar para la mejora del bienestar de la persona que estamos tratando.
Me gustaría darte la bienvenida a esta área, independientemente del motivo o la finalidad que te acerque a nosotros. Creo firmemente en el trabajo que realizo como formador y en mi consulta como terapeuta. Mis alumnos y las personas a las que trato así me lo demuestran.
Me gusta ver cómo crece en mis alumnos esa curiosidad, ese interés por saber un poco más cada vez. Sé que todos los profesores somos a la vez alumnos que también aprendemos con vosotros.
Bienvenido a ISED, si ya has decidido dar el paso de formarte en el mundo de las terapias manuales. Con nosotros encontrarás un grupo de profesionales volcados en ti, convencidos que mañana tú serás nuestra mejor tarjeta de presentación.
