Este profundo y fluido masaje se realiza con los pies. De esta forma podemos realizar más fuerza en lugares que con nuestras manos terminaríamos agotados.
Se utiliza, sobre todo, para deportistas y personas fuertes con musculatura dura. Aunque puede parecer más complicado masajear con los pies que con las manos, cuando ya se ha practicado y cogido fluidez, los pies parecen manos. Es una técnica que transmite una relajación muscular que no se consigue con las manos. Además, el baile que hace el masajista con sus movimientos transmite una sensación de paz y tranquilidad.
La mejor forma de realizarlo es con nuestro cliente completamente desnudo para poder enlazar espalda con glúteos y seguir a piernas sin que encontremos ningún obstáculo que nos frene los pies.
Antes de iniciar el masaje con los pies, damos un masaje con las manos y con aceite templado. Se podría hacer con los pies pero necesitamos un recipiente más grande donde meter el pie con el aceite. Yo ya lo he probado de varias maneras pero me gusta más extender el aceite con las manos y luego realizar el masaje con los pies sin la necesidad de despegarlo del cuerpo.
Mientras el masajista hace su duro trabajo con fluidez y seguridad, el cliente debe estar lo más relajado posible. Destacar que para el masajista es un trabajo muy duro. El equilibrio, la fuerza y la fluidez de los movimientos serán los que transmitan esa sensación de paz interior.
Las personas con mucho estrés, sobrecargas musculares o, simplemente, que necesiten sentir algo más profundo, no pueden dejar de probar esta técnica milenaria.
Carlos Romero
Profesor del Curso de Masaje Ayurveda de ISED