Las motos en la calle, los petardos, las tormentas, el paso de una ambulancia, los fuegos artificiales, un plato que se cae en la cocina… los ruidos fuertes e inesperados causan pánico y estrés en perros.Cada vez que suceden, tu mascota desaparece, se ovilla, o se vuelve loco. Lo más importante para encontrar una solución es saber de dónde proviene este miedo a los ruidos fuertes. Un educador canino puede ayudar a encontrar el origen y, una vez detectado, dar con la mejor solución a cada caso de estrés en perros.
Causas más probables para la ansiedad en perros
Existen diferentes motivos de los que puede emanar este temor, y que pueden ser tratados por un adiestrador canino:
Por un lado, tenemos la experiencia traumática del pasado, que también nos puede haber pasado a nosotros con él presente. Esta experiencia ha hecho que el animal sienta miedo hacia los ruidos fuertes o inesperados que en su cerebro están relacionados con esa experiencia. Por ejemplo, si nuestro perro ha tenido un encuentro desafortunado con un coche o con una moto, no será necesario que esté frente a uno de estos vehículos para revivir el momento, sino que al escucharlos revivirá la situación y entrará en pánico. De la misma manera, si en el pasado se llevó un sobresalto por un petardo, cualquier sonido parecido desatará los resortes del pánico en tu perro. De manera indirecta, si es el dueño el que ha sufrido un problema -una caída en bicicleta, un golpe inesperado-, aunque sea un asunto que no revista gravedad, puede ocurrir que la mascota sufra cada vez que el sonido se reproduzca.
Otro motivo que te indicará tu educador canino o tu adiestrador canino de confianza es que una socialización deficiente puede estar causando este problema. Resulta posible que mientras ha sido un cachorro y hemos cuidado de él, le hayamos protegido demasiado de todo tipo de ruidos y le hayamos evitado acostumbrarse a ellos. Si tu mascota no es capaz de reconocerlos de adulto, es natural que se desarrolle la ansiedad en perros, siendo necesario un tratamiento para la misma por parte de un adiestrador canino.
Qué hacer con los ruidos fuertes y el estrés en perros
Cuando ocurran estos sucesos que provocan la ansiedad en perros, no es conveniente dar mimos ni abrazar a tu mascota, ya que se trata de un miedo irracional: lo mejor es tratar de quitárselo, y para ello lo mejor es tener una actitud de normalidad. En el caso de que el perro tenga el hábito de correr a esconderse cuando oye el ruido, no hay que obligarle a salir del lugar donde esté. Ese lugar es, en ese momento, el refugio que puede ayudarle a que se calme y que le hará sentirse seguro en el menor tiempo posible. Cuando es un comportamiento que está establecido y se prolonga en el tiempo, hay que acudir a un adiestrador canino o a un veterinario para obtener la ayuda profesional necesaria. Hay diferentes terapias que pueden funcionar: la habituación, por ejemplo, es usada por el educador canino para tratar el estrés en perros, y consiste en hacer el que perro se acostumbre a escuchar el ruido que le causa tanta ansiedad, normalmente mediante grabaciones en ambientes seguros, poniéndolas a volúmenes muy bajos, aumentando la potencia según se vaya acostumbrando y perdiendo la ansiedad en perros.
Como ves, no es un problema de fácil solución y por supuesto lleva tiempo y mucha paciencia. Es algo que los profesionales están habituados a ver en su día a día y lo ideal es dejar asesorarse por ellos.
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