Todo el mundo sabe lo que es un balneario o spa, pero ¿y si hablamos de hidroterapia? Os damos una pista, si conoces lo que es un balneario, también sabes lo que es la hidroterapia. Y es que sin ir más lejos, es eso que identificamos como “chorros”, aunque como veremos, en realidad es mucho más.
Estaremos de acuerdo en que esos “chorros” son relajantes, pero os diremos también que tienen muchos más beneficios. En concreto, tienen un potente efecto terapéutico.
Tipos de hidroterapia
A continuación te explicamos brevemente qué tipos de hidroterapia se utilizan y sus múltiples beneficios:
Hidroterapia Térmica
Se juega con la temperatura del agua: caliente, templada o fría. El agua caliente tiene un efecto predominantemente relajante, aunque también puede servir como sedante. Mejora la circulación sanguínea ya que promueve la vasodilatación y actúa como analgésico para ciertas partes del cuerpo. Mientras que el agua templada actúa sobre todo como calmante muscular, el agua fría mejora la circulación y tiene un efecto antiinflamatorio.
Hidroterapia Química
En este caso, se complementan los efectos sanadores del agua añadiéndole sustancias químicas. Se pueden distinguir dentro de esta categoría: agua clorudada (si se ingiere estimula las funciones orgánicas), sulfatada (ingerida tiene efectos laxantes y diuréticos, mientras que sobre la piel resulta beneficiosa para el sistema respiratorio y locomotor), ferruginosa (beneficiosa para la anemia y enfermedades dermatológicas) y sulfurosa (para afecciones articulares y enfermedades respiratorias, así como inflamaciones alérgicas).
Hidroterapia Mecánica
Aquí las variantes se basan en el modo en el que se aplica el agua sobre el cuerpo. De esta forma, podemos distinguir: empuje, compresión, resistencia hidrodinámica y presión. Cuando se aplica por empuje, se refiere a los beneficios de la hidroterapia que obtenemos al sumergirnos en el agua, debido a que el movimiento de nuestro cuerpo es más fácil. Cuando utilizamos la compresión, aplicamos agua a presión ayudando a nuestra circulación. La resistencia hidrodinámica hace referencia a hacer ejercicio en el agua y por último, la presión, se refiere a los chorros propiamente dichos, que sirven para relajarnos o estimular el sistema nervioso.
Beneficios de la Hidroterapia
Aunque en los párrafos anteriores ya hemos mencionado algunos, a continuación explicaremos algunos otros con más detalle.
La hidroterapia ha demostrado ser beneficiosa en casos de parálisis cerebral. Cuando nos sumergimos en el agua, nuestro cuerpo pesa menos y es más fácil moverse. Por ello, las personas que sufren esta enfermedad pueden llegar a ser capaces de efectuar movimientos que no pueden llevar a cabo fuera del agua.
También es beneficiosa para las personas que tienen hipotonía (poco tono muscular). Cuando aplicamos resistencia hidrodinámica, por ejemplo, podemos fortalecer nuestros músculos haciendo ejercicios a contra corriente, venciendo la resistencia del agua.
Como ya hemos indicado, mejora la circulación, por lo que también es recomendable en el tratamiento de varices.
Además, sus efectos sedantes hacen que sea asimismo interesante en el tratamiento de determinadas patologías psicológicas relacionadas con el estrés o la ansiedad. Incluso puede ser de ayuda para personas que tienen dificultades con el control de impulsos, ya que les ayuda a calmarse.
Como ves, en la hidroterapia el agua es una fuente inagotable de posibilidades que, más allá de ser totalmente necesaria para la vida, nos ayuda a que ésta sea mejor aportándonos tanto salud física como mental.
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